Hace seis meses mi mujer y yo nos hemos separado. Tenemos muchos hijos y están sufriendo mucho.No se trata de infidelidad sino de discusiones y tensiones por problemas de la vida que nos han llevado al desamor. Soy en gran parte responsable porque le he tratado mal faltandole el respeto y a veces delante de los niños. Le he pedido perdón pero parece que no es suficiente. Yo estoy destrozado y rezo y pido continuamente por la reconciliación de la familia. Los demás, la sociedad, me da como solución rehacer mi vida, buscarme a otra, en definitiva tirar la toalla. Pero yo amo a mi esposa y a mis hijos con toda mi alma y estoy sumido en tan profundo pozo que la tristeza me esta destrozando. Tengo un inmenso deseo de morir pero lucho porque debo cuidar de mi familia, mantenerles, quererles.
Os puedo asegurar que no hay nada mas amargo, más desolador que la ruptura conyugal. Para mi es peor que la muerte, es lo más próximo a la desesperanza. Imagino que lo vivo tan hondamente porque el amor hacia mi mujer es como el amor que tengo a Dios, salvando la distancia de que ella es criatura. Pero sabiendo que el amor a Dios se manifiesta en el amor al prójimo y que para mi no hay nadie más prójimo que ella.
Por favor, rezad por nosotros!
Respuestas recibidas: 7
Envía una respuesta