Portada
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
NOVENA A SAN PANCRACIO

INVOCACIÓN INICIAL

D/ Resplandecerán los justos en presencia del Señor.
R/ Y se alegrarán los rectos de corazón.

HIMNO

Quien entrega su vida por amor/la gana siempre, dice el Señor.
Aquí el bautismo proclama/su voz de gloria y de muerte
Aquí la unción se hace fuerte/contra el cuchillo y la llama.
Mira cómo se derrama/mi sangre por cada herida
Si Cristo fue mi comida,/dejadme ser pan y vino
en el lagar y el molino/donde me arrancan la vida.

Oración

Dios todopoderoso, tú que has dado a tu mártir Pancracio la gracia de entregarse hasta
la muerte por confesar tu palabra y dar testimonio de Jesús, , concédenos a nosotros la fuerza
del Espíritu Santo, para permanecer fieles en la fe y fuertes en la confesión de tu nombre, y la
gracia especial que te pedimos en esta novena si es para mayor gloria tuya y bien de nuestras
almas. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
NOVENA A S. JOSÉ

Así como en la tierra, nadie, exceptuada la Virgen Santísima, estuvo más cerca de
Jesús que san José, así también en el cielo no hay gloria más resplandeciente, después de la
de María, que la de san José. Precisamente en esto radica su intercesión tan poderosa cerca
de Jesús: Él, que en la tierra le rendía obediencia y respeto como a padre nutricio que fue,
otorga en el cielo todo aquello que san José le solicita.

Dice santo Tomás de Aquino que a san José le está concedido socorrer en toda
necesidad, y defender, favorecer y tratar con paternal afecto a todos los que a él acuden
piadosamente. Santa Teresa de Jesús dijo que en el cielo �hay santos que parecen tener
recibida de Dios la gracia de socorrer en una especial necesidad; pero tengo la experiencia de
que san José las socorre todas�.Sé un gran devoto de san José, y confíale especialmente la
hora de tu muerte.

A fin de que nuestra oración sea más eficaz delante de Dios nuestro Señor, y pueda el
glorioso Patriarca san José interponer su poderosa intercesión delante de su divina Majestad,
pidamos humildemente perdón de nuestros pecados y faltas.

ORACIÓN PARA CADA DÍA

Acordaos, oh piadosísimo Patriarca san José, que por todas partes se oye hablar de
vuestro poder delante de Dios y de los favores que cada día reciben los hombres de vuestra
generosa mano. Animado con esta confianza, a vos también acudo, OH padre nutricio de
Jesús, y humillado ante vuestra presencia, fervorosamente te pido que me toméis bajo vuestro
patrocinio y que seáis mi abogado delante del trono de vuestro hijo adoptivo Jesucristo, nuestro
Señor. Protégenos durante la vida y asistidnos a la hora de la muerte. R. Amén

(encomienda a S. José tu intención para esta novena)

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN FINAL

A vos, OH bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y, después de
implorar el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro
patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo
unido, y por el paterno amor con que abrazases al Niño Jesús, humildemente te suplicamos
que volváis benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo, y, con vuestro
poder y auxilio, socorráis nuestras necesidades.

Protege, OH providentísimo custodio de la divina Familia, a la escogida descendencia
de Jesucristo; aparta de nosotros, OH Padre amantísimo, toda mancha de error y de
corrupción; asistidnos propicio desde el cielo, santísimo libertador nuestro, en esta lucha contra
el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librases al Niño Jesús del inminente peligro de
la vida, así ahora defended la Iglesia santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de
toda adversidad, y a cada uno de nosotros protégenos con perpetuo patrocinio, para que, a

ejemplo vuestro, y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente
morir, y alcanzar, en los cielos, la eterna bienaventuranza. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
NOVENA A SAN IGNACIO DE LOYOLA

Glorioso Patriarca San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús:
si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma
que yo consiga la gracia que te pido en esta novena,
alcánzamela del Señor;
y si no, ordena mi petición
con todos mis pensamientos, palabras y obras
a lo que fue siempre el blasón de vuestras heroicas empresas:
A mayor gloria de Dios.
Tres Padrenuestros a la Santísima Trinidad
en obsequio de la devoción que tuvo San Ignacio a este inefable misterio.- (Petición)
¡Oh Dios, infinitamente bueno y misericordioso!
Pues he recibido de vuestra Divina Majestad
todos los dones naturales y sobrenaturales que tengo,
y deseoso de ser en alguna manera agradecido a vuestras misericordias,
os devuelvo cuanto me habéis dado
con éste mi ofrecimiento y por mediación del glorioso Padre San Ignacio.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
NOVENA A SAN ANTONIO DE PADUA

Día Primero

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por ellos y por el amor
que le demostrases cuando, en forma de hermoso Niño te tenía en sus brazos, concédeme la
gracia que te pido en esta novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honor del santo y
provecho de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Día Segundo

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por ellos y por el amor
que te mostró, deseando dar su vida por la predicación de la fe en tierra de infieles, concédeme
la gracia de morir mil veces, antes que ofenderte en lo más mínimo, y la que te pido en esta
novena, si ha de ser para la mayor gloria de Dios, honor del Santo y provecho de mi alma.
Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA TERCERO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por ellos y por el amor
que le mostrases al concederle se trasladara milagrosamente de Padua a Lisboa, para librar a
su padre injustamente condenado a muerte, concédeme una santa muerte temporal, verme
libre de la muerte eterna del infierno, y la gracia que te pido en esta novena, si ha de ser para
mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DÍA CUARTO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua y por ellos y por aquel su
entrañable deseo de vivir y morir olvidado y desconocido de todo el mundo, concédeme la
gracia de no hacer nunca nada para agradar a los hombres, sino todo únicamente para
agradarte a Ti, Dios y Señor mío, y la gracia que te pido en esta novena, si ha de ser para
mayor gloria de Dios, honor del santo y bien de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA QUINTO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas

eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua y por ellos y por aquella
extraordinaria elocuencia con que movía los corazones más empedernidos y llevaba tras sí
pueblos enteros, concédeme la gracia de aborrecer de corazón todas mis faltas y pecados y
contribuir con mis palabras y ejemplos a que cuantos conmigo de algún modo trataren, te amen
y sirvan con mayor perfección y la que te pido en esta novena, si ha de ser para mayor gloria
de Dios, honor del santo y bien de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego , santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA SEXTO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por ellos y por aquella su
extraordinaria mortificación y penitencia, concédeme que no sólo mortifique mis pasiones
desordenadas, sino que aún busque, en cuanto fuere posible, en todas las cosas, mi mayor
abnegación y continua mortificación y la gracia que te pido en esta novena, si ha de ser para
mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación.teruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA SÉPTIMO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que

yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi

petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por el don de hacer
milagros en vida y después de muerto que le concediste y le valió el ser canonizado por el
Papa Gregorio IX, un año después de su muerte, concédeme la gracia de verme libre de todas
las enfermedades y trabajos de esta vida, y la que te pido en esta novena, si ha de ser para
mayor gloria de Dios, honor del santo y bien de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA OCTAVO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua, y por ellos y por aquella
tierna devoción que profesó toda su vida a la Santísima Virgen y al Sacramento del Altar, ante
el cual hizo arrodillar a los irracionales, para convencer a los herejes, concédeme que ame yo
también con ternura a la Santísima Virgen y crezca cada día en esta devoción, para merecer
ser asistido de ella de un modo especial en la hora de mi muerte y recibiros entonces con gran
devoción a Ti, Jesús mío Sacramentado, y la gracia que te pido en esta novena, si ha de ser
para mayor gloria de Dios, honor del santo y bien de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

DIA NOVENO

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En
el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por
ser Ti quien sois, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón de haberte ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas
eternas del infierno. Ayudado de tu divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Glorioso San Antonio de Padua, hijo esclarecido del gran padre y patriarca San
Francisco de Asís: si es para mayor gloria de Dios, honor del santo y provecho de mi alma, que
yo consiga la gracia que te pido en esta novena. Alcánzala del Señor, y si no, ordena mi
petición, con todos mis pensamientos, palabras y obras a mayor gloria de Dios.

ORACIÓN DEL DÍA

Jesús mío, te ofrezco los méritos de San Antonio de Padua y por ellos y por el
sinnúmero de gracias que habéis concedido desde que en Tolón de Francia empezó una
señora a socorrer a los pobres, para honrar al santo, que tan amigo fue de ellos, concédeme la
gracia de que pueda yo también corporal o espiritualmente socorrerlos, y la que te pido en esta
novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honor del santo y bien de mi alma. Amén.

ORACIÓN FINAL

¡Oh glorioso San Antonio de Padua: Bien conozco que no soy digno de que el Señor
me atienda por lo mucho que le he ofendido; pero humillado y confundido me acerco al trono
de su Divina Gracia, confiando en tu mediación te ruego, santo mío, que hagáis la gracia de
hacer mis veces delante de su Divina Majestad, y me alcancéis… (petición) y para más
obligarte te ofrezco para alivio de los pobres… (aquí se expone lo que se quiere ofrecer, bien
sea alguna limosna o solamente los tres Padrenuestros que se rezarán al final), a fin de que te
compadezcáis de mí y me libréis de la presente necesidad, si ha de ser para gloria de Dios y
bien de mi alma. Presenta tus méritos en mi favor; sed mi abogado delante del Señor que te dio
tanto poder y te distinguió con tanta predilección y decidid la causa en bien mío. Así sea.

Ahora se rezarán tres Padrenuestros en honor de la Santísima Trinidad y de la
Inmaculada Concepción de María, para el bien espiritual y corporal de los pobres y en
sufragio de las Almas del Purgatorio.

Ruega por nosotros, San Antonio, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, que alegre a tu Iglesia la solemnidad consagrada al bienaventurado
Antonio, confesor tu, para que siempre sea defendida con auxilios espirituales y merezca gozar
de las alegrías eternas. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
NOVENA A SAN PÍO DE PIETRALCINA

Padre de bondad y misericordia,

fuente inagotable de vida y felicidad, te pido, por intercesión del santo Padre Pío, me
concedas ser semejante a él: sencillo y humilde, como las flores del campo, libre y alegre,
como los pájaros del cielo; pobre y laborioso, como su padre san Francisco . Porque confío en
tu amor y en tu gracia hoy te ofrezco libremente cuanto soy y cuanto tengo: deposito mi pasado
en tu misericordia, encomiendo mi futuro a tu providencia y me quedo tranquilo como un niño
pequeño en brazos de su madre cariñosa, tratando de vivir un día a la vez.

Te entrego mi memoria, mi inteligencia y mi voluntad. Te consagro mis fuerzas y mis
límites: tómame como soy y haz de mí como hiciste de Pío de Pietralcina, un buen cristiano y
un honrado ciudadano que te alabe sirviendo a mis hermanos. Te pido también la gracia
especial que por medio del P. Pío solicito en esta novena si es lo que más nos conviene para
estar más cerca de Ti y de tus planes sobre nosotros. Amén. (dígase la petición y récese un
Padrenuestro, Ave María y Gloria.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email