Libro de otras Oraciones
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Libro de otras Oraciones:
VIACRUCIS

MANERA DE PRACTICAR EL VÍA CRUCIS

Por la señal de la santa Cruz…

Acto de contrición y ofrecimiento

Clemente Jesús mío, porque sois infinitamente bueno y misericordioso, te amo sobre
todas las cosas y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; te ofrezco este
santo Camino en honor de aquel otro doloroso que tu seguisteis por mí, indigno pecador;
tengo intención de ganar todas las indulgencias y de rogar por todos aquellos fines y
motivos por los cuales tan gran tesoro fue concedido, suplicándote humildemente que de
tal modo lo haga, que me ayude a obtener tu misericordia en esta vida y la gloria eterna en
la otra.

PRIMERA ESTACIÓN

Jesús es condenado a muerte

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos.
R. Porque con tu santa Cruz redimisteis al mundo.
Oh Jesús mío, por aquella injusta sentencia tantas veces firmada con mis culpas,
líbrame de la sentencia de muerte, tantas veces por mí merecida. Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.

V. Tened piedad de nosotros, Señor. R. Tened piedad de nosotros.
Oh santa Madre, haz que impresas queden las llagas de tu Hijo en mi
corazón.

SEGUNDA ESTACIÓN

Jesús lleva la Cruz a cuestas

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
¡Oh Jesús mío!, Tu que voluntariamente cargasteis con la pesada Cruz fabricada por mis
pecados, haced que yo conozca su gravedad, y mientras viva los llore incesantemente.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros, Señor…

TERCERA ESTACIÓN

Jesús cae bajo el peso de la Cruz

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
El gran peso de mis culpas, oh Jesús mío, te hizo caer bajo la Cruz. Las
aborrezco y detesto; te pido siempre perdón de ellas y, con el auxilio de tu gracia,
propongo no volver a cometerlas jamás. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Tened piedad de nosotros, Señor…
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su santísima Madre

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
¡Afligido Jesús! ¡María, Madre dolorosa! Si con las culpas de mi vida pasada he sido la

causa de tus penas y de vuestros dolores, quiero, con el divino auxilio, no renovarlas en lo

restante de mi vida, sino amarte fielmente hasta la muerte.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Tened piedad de nosotros, Señor…
QUINTA ESTACIÓN

El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Dichoso el Cirineo, que te ayudó, oh Jesús mío, a llevar la Cruz. Dichoso seré también yo
si te ayudo a llevar la Cruz, sufriendo, con paciencia y de buen grado, las cruces que queráis
enviarme en el curso de mi vida. Concédeme, Jesús mío, la gracia de hacerlo así.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros, Señor…

SEXTA ESTACIÓN

La verónica enjuga el rostro a Jesús

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Benigno Jesús mío, que te dignasteis imprimir vuestro santísimo Rostro en
aquel lienzo con que te enjugó la Verónica; imprimid, te suplico, en mi alma la
memoria continua de tus acerbas penas.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae en tierra por segunda vez

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Oh Jesús mío, mis repetidas culpas te hicieron caer nuevamente en tierra bajo
la Cruz. Ayúdame tu a poner en práctica los medios eficaces para que no vuelva
a caer en pecado.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

OCTAVA ESTACIÓN
Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Tu, Jesús mío, que consolasteis a las piadosas mujeres de Jerusalén, que lloraban al
verte tan atormentado, consolad mi alma con tu misericordia, en la que únicamente quiero
confiar y a ella corresponder.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros, eñor…

NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae en tierra por tercera vez

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Por los tormentos que sufristeis, Jesús mío, caído por tercera vez bajo el peso de laCruz, haced, te ruego, que ya no vuelva a caer en el pecado. Sí, Jesús mío, antes morirque volver a pecar.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros, eñor…

DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…

Tu, Jesús mío, que fuiste despojado de tus vestiduras y amargado con hiel, despójamede los afectos a las cosas de la tierra, y haced que aborrezca todo lo que tenga algúnsabor de mundo y de pecado.

Padrenuestro, Avemaría y Gloría. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la Cruz V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Por los agudos dolores que padecisteis, Jesús mío, cuando con duros hierros
fuisteis clavado de pies y manos en la Cruz, haced que yo crucifique siempre mi carne
con espíritu de cristiana mortificación.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la Cruz V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Tu, Jesús mío, que después de tres horas de penosa agonía moristeis por mí en la
Cruz, haced que muera yo antes que volver a pecar, y si he de vivir, que viva sólo para
amarte y servirte fielmente.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

DECIMOTERCERA ESTACIÓN

Jesús es bajado de la Cruz

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos… Dolorosa Madre mía, ¡qué espada de dolor
fue para tu tener muerto en vuestros brazosa vuestro querido hijo Jesús! Alcánzame que yo deteste siempre el pecado, causade su muerte y de tanto dolor vuestro; que, en adelante viva como verdadero
cristiano y me salve.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V. Tened piedad de nosotros,
Señor…

DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es puesto en el sepulcro

V. te adoramos, Señor, y te bendecimos…
Quiero estar, como muerto para el mundo, siempre con tu, Jesús mío; y,
mientras viva, quiero vivir para tu, para poder después gozar con tu en el cielo delfruto de tu dolorosa pasión y muerte.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. V.Tened piedad de nosotros,
Señor…

OREMOS Oh Dios, que con la preciosa Sangre de vuestro Hijo unigénito habéisquerido santificar el estandarte de la Cruz vivificadora, concédenos que los que sehonran con la gloria de la santa Cruz gocen también siempre de tu protección. PorCristo, nuestro Señor.

R. Amén.
Por las intenciones del santo Padre: Padrenuestro, Avemaría y Gloria



Libro de otras Oraciones:
VEN ESPÍRITU SANTO

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tu le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amen



Libro de otras Oraciones:
UNA MUERTE SANTA (RECOMENDACIÓN DEL ALMA)

Lo más importante de esta vida es morir santamente, en gracia de Dios. El mayor daño
que se puede hacer a un cristiano enfermo es privarle de recibir los Sacramentos o no avisarle
para que los reciba. El verdadero amor a nuestros familiares y amigos es ayudarles avisando a
un sacerdote cuando el enfermo está todavía en pleno conocimiento, para que pueda recibir los
Sacramentos con más fruto: ellos le darán una gran paz y serenidad en aquella hora del
tránsito a la otra vida. Si ves un moribundo y no puedes recurrir a un sacerdote porque urge el
tiempo, recítale despacio al oído el Acto de contrición.

Es muy oportuno practicar durante la vida los ?Nueve primeros viernes de mes?, que
tienen la promesa de Jesucristo de asegurar la salvación eterna. Lleva el escapulario de la
Virgen sobre tu pecho -de paño o la medalla- escapulario que lleva a un lado una imagen de la
Virgen y a otro el Corazón de Jesús. La medalla Milagrosa de la Virgen sirve de escapulario.
Ella prometió que no se condenaría el que lo llevara con devoción.

RECOMENDACIÓN DEL ALMA.
JACULATORIAS PARA AYUDAR A BIEN MORIR

Recita en voz alta, para que el enfermo te pueda oír bien, las siguientes jaculatorias:

Creo en un solo Dios Todopoderoso, en tres Personas iguales y distintas, Padre,
Hijo y Espíritu Santo.

Creo todas las verdades enseñadas por la Santa Madre Iglesia. Creo en Dios,
espero en Dios, amo a Dios.

Dios mío, por tu infinita misericordia, ten piedad de mí, que he sido un pobre
pecador.

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío. Jesús mío, misericordia.

Ángeles y santos del cielo, rogad por mí. Jesús, José y María, asistidme en mi
última agonía.

Abogada y refugio de los pecadores, asísteme en la hora de la muerte y ábreme
las puertas del cielo.



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TRISAGIO ANGÉLICO

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
D.-Señor, abre mis labios.
R.- Y anunciará mi boca tu alabanza.
D.-Ven, ¡OH Dios!, en mi ayuda.
R.-Apresúrate, Señor, a socorrerme.
D.-Gloria al Padre, etc.
R.- Como era en el principio, etc.

PRIMERA DECENA

Cuando el rezo de la decena se hace en común, se procede del siguiente modo: en
primer lugar, dicen todos la deprecación «Santo Dios»; después, como de costumbre, alternan
la oración dominical el sacerdote (o el que dirige el rezo las oraciones) y los demás; a
continuación, se repiten nueve veces los versos siguientes, diciendo el sacerdote (o el que
dirige el rezo de las oraciones) A Ti la alabanza.. y respondiendo todos: Santo…; al terminar se
añade el Gloria al Padre….

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo inmortal, ten misericordia de nosotros Padre nuestro…

D.-A Ti la alabanza, a Ti la gloria, a Ti hemos de dar gracias por los siglos de los
siglos, ¡OH Trinidad Beatísima!

R.-.Santo, Santo, Santo Señor Dios de los ejércitos. Llenos están los cielos y la tierra
de tu gloria.

D.-Gloria al Padre, etc.

R.-Como era en el principio etc.

Las otras dos decenas se dicen del mismo modo, comenzando por las palabras Santo
Dios, etc .Al terminar la última decena, si se reza en común, todos dicen la siguiente:

ANTÍFONA

A ti Dios Padre no engendrado, a Ti Hijo unigénito, a Ti Espíritu Santo Paráclito, santa
e indivisa Trinidad, con todas las fuerzas de nuestro corazón y de nuestra voz, te reconocemos,
alabamos y bendecimos: gloria a Ti por los siglos de los siglos.

D.-Bendigamos al Padre, y al Hijo, con el Espíritu Santo.

R.-Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.

D.-Omnipotente y sempiterno Dios, que en la confesión de la fe verdadera has
concedido a tus siervos reconocer la gloria de la Trinidad Eterna y adorar la Unidad en el
Poderío de la majestad: te pedimos que, por la firmeza de nuestra fe, nos veamos siempre
libres de toda adversidad. Por Cristo Nuestro Señor.

R.- Amén

Terminada la oración todos dicen.

¡LÍBRANOS, SÁLVANOS Y VIVIFÍCANOS O TRINIDAD BEATÍSIMA!



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TRIDUO O NOVENA BREVE A UN SANTO O SANTA

Por la señal de la santa Cruz…

Para que nuestra oración sea más eficaz delante de Dios nuestro Señor, y pueda el
glorioso san (o santa) N. interponer su valiosa intercesión ante su Divina Majestad, pidamos
humildemente perdón de nuestras faltas y pecados haciendo con todo fervor un Acto de
contrición.

ORACIÓN PREPARATORIA

Glorioso(a) san(ta) N, a vos acudimos, llenos de confianza en vuestra intercesión. Nos
sentimos atraídos a ti con una especial devoción, y sabemos que nuestras súplicas serán más
agradables a Dios nuestro Señor, si tú, que tan amado (a), eres de Él, se las presentas. Tu
caridad, reflejo admirable de la de Dios, te inclina a socorrer toda miseria, a consolar toda pena
y a complacer todo deseo y necesidad, si ello ha de ser provechoso para nuestra alma. Mira,
pues, nuestras miserias y penas, nuestros trabajos y necesidades, nuestros buenos deseos, y
alcánzanos que aseguremos cada día más nuestra eterna salvación con la práctica de las
buenas obras y la imitación de vuestras virtudes. Y, en particular, te pedimos que nos alcances
de Dios la gracia especial que, por esta devota novena(triduo), esperamos confiadamente
conseguir. Amén.

SÚPLICAS A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Padre Eterno, que quisiste manifestar tu omnipotencia en los Santos por sus prodigios
y virtudes y por su fortaleza en el empleo de su vida en vuestro servicio: haz que nosotros
sepamos vencer con constancia todas las tentaciones y que nunca, durante nuestra vida, nos
aleje de Ti el pecado. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Hijo Unigénito, que quisiste manifestar tu sabiduría infinita en los Santos,
comunicándoles tus inspiraciones y tu luz, haz que nosotros, con tu gracia y auxilio,
practiquemos todas las virtudes y crezcamos cada día en santidad y perfección. Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.

Espíritu Santo, que quisiste manifestar la unción de vuestro amor en los Santos,
derramando sobre su alma vuestros dones y vuestros frutos, haz que sepamos amarte, sobre
todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos, sin faltar jamás por nada a la caridad.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. Ruega por nosotros san (o santa) N.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN FINAL

OREMOS. Te suplicamos, Señor Dios nuestro, que por la intercesión de san (o santa)
N., cuyas virtudes veneramos aquí en la tierra, seamos dignos un día de ser contados, juntos
con él (o ella), entre los Santos del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.