Libro de otras Oraciones
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Libro de otras Oraciones:
Oración a la Virgen María

Virgen María, mira aquí, son tantos nudos en mi, ayúdame Santa Mujer, solo, no los puedo deshacer.
Todo mi cuerpo padece, esta cruel enfermedad, el dolor que me domina, mi alma no soportará.
Yo no estoy, ya preparado para este final, ¿Será quizá esta prueba que yo deba superar?
No soy santo, ni merezco ser un mártir en el cielo. Soy pecador te confieso, dame más tiempo te ruego para mi vida cambiar.
Tan solo tiempo te pido, para pedir perdón a los que ofendí, para perdonar y para devolver bondad y amor sin fin.
Cuando mi espíritu prepare, te pediré de igual modo que me lleves a tu lado.
Con tu poder infinito, que los nudos desatas quita de mi mal una parte que me pueda alivianar.
Si tú desatas mis nudos, ¡Oh Virgen!; yo te prometo, traerte mi alma, mis sueños, todo mi amor completo.
Madre nuestra, Madre mía, Aboga por mí en el cielo. ¡Amén!



Libro de otras Oraciones:
Oración por la Salud de Juan Pablo II

Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario
y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo,

participando íntimamente de sus dolores,
acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él,
para que las semillas esparcidas durante el Jubileo
sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.

Madre misericordiosa, con fe nos volvemos a Ti.
Obtennos de tu Hijo el que podamos volver pronto,
plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,
para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.
Mientras tanto, quédate junto a nosotros
en el momento de la prueba
y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro «sí»,
seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande.

Virgen Inmaculada, haz que los frutos del Año Jubilar
sean para nosotros y para nuestros seres queridos,
prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,
para que en la contemplación del
Rostro de Cristo Resucitado encontremos
la abundancia de la misericordia de Dios
y la alegría de una comunión más plena
con los hermanos,primicia de la alegría sin fin del Cielo.

¡Amén!



Libro de otras Oraciones:
Antigua bendición para los enfermos

Señor, Dios de misericordia, dígnate a extender tus manos para curar a todos los enfermos; hazlos dignos de la salud; libéralos de la enfermedad. Que sean curados en nombre de tu único Hijo; que este santo nombre sea el remedio que les salve y santifique. Que por él te alcancen la gloria y el poder, en el Espíritu Santo, ahora y por los siglos de los siglos.

Amén.



Libro de otras Oraciones:
Oración al Señor Todopoderoso

¡Amado Señor, Dios Todopoderoso!
A través de los rayos del sol,
a través de las ondas del aire,
a través de la vida que todo lo impregna en el espacio,
purifícame, revivifícame y, te pido,
sana mi cuerpo, mi corazón y mi alma. Amén.



Libro de otras Oraciones:
Plegaría de la madre por su hijo enfermo

Oh Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo y devolviste a la vida al niño muerto de la viuda de Naim, conmuévete ante el dolor que me embarga.
No te pido que resucites a mi hijo, sino sólo que le devuelvas la salud y le conserves la vida. ¡Oh Dios mío! Tú me otorgaste el mayor consuelo al que pueda aspirar una mujer sobre la tierra, el consuelo de ser madre: ¿acaso lo habría recibido para verme privada de él? ¡Ah, no! ¡No, Dios mío! No permitas que la mayor alegría, la más legítima, se transforme en mi más amarga desolación. ¡Ah! No pido sólo la conservación de mi hijo porque me concierne, sino por Tu mayor gloria. Si supiera que el recobrar la salud sería la causa de su perdición eterna, no osaría pedírtelo, pero si te suplico por su curación, también lo hago para que le concedas la gracia de amarte siempre, y con todo el corazón. Que así sea.