Libro de otras Oraciones
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
Para pedir perdón por los pecados

Dios Espíritu Santo,
que has creado todas las cosas
y restaurado igualmente todo.
Tú que amas a los hombres
hasta santificarlos inhabitando en ellos.
Tú que eres Bueno con todos,
y aunque infundido en muchos
eres Uno y el mismo en todos ellos.
Tú que admirablemente repartes
los dones de la gracia a cada uno,
ponte especialmente de manifiesto
perdonando nuestras iniquidades.
Amén.




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Libro de otras Oraciones:
Oración para pedir fortaleza

Envía, oh Dios Espíritu Santo, por medio de mi ángel custodio, tu don de fortaleza para que esté siempre dispuesto a aceptar los sacrificios, que me exige mi familia, mi trabajo y mi responsabilidad ante los demás.




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Libro de otras Oraciones:
Calladamente llamas.

¡Oh, Espíritu Santo! Con sabiduría eterna fuerzas dulcemente, sin quitarles la libertad, a las criaturas racionales que quieren recibir tus dones. Llamas al corazón de todos, pero llamas calladamente, para que cada uno se disponga a recibir estos dones. Vas cantando suavemente con dulce llanto. Vas gozando, llorando y buscando que todos se dispongan a recibirte. Que el entendimiento admire, la voluntad se dé cuenta y la memoria atienda tu bondad inmensa. ¡Oh Espíritu Santo, que te infundes a Ti mismo y a tus dones en el alma! ¡Oh Espíritu procedente del Padre y del Verbo!, te infundes al alma de modo tan suave que no es notado y, no siendo notado, es estimado por pocos. Sin embargo, además de tu bondad, Tú infundes al alma la potencia del Padre y la sabiduría del Hijo, y el alma, hecha tan poderosa y sabia, es apta para llevarte en su interior como dulce huésped, acariciándote y comportándose de modo que Tú te complazcas en ella y no te separes más.




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Libro de otras Oraciones:
Estrofa del recuerdo

Perdida en tanta soledad la calma de noche eterna el corazón cubierto la gloria muda, desolada el alma, en este pavoroso desconcierto se eleva el ángel como la palma que augusta me rescata del desierto.




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Libro de otras Oraciones:
Tú Preparas La Morada Del Dios Trino

Creo, ¡oh Espíritu Santo!, que siempre que desciendes sobre un alma, preparas allí la morada al Padre y al Hijo. ¡Bienaventurado aquel que es digno de hospedarte! Por Ti establecen en él su mansión el Padre y el Hijo. Ven, pues, ven, benignísimo consolador de las almas dolientes, protector en toda necesidad y apoyo en la tribulación. Ven, purificador de los pecados, médico de las heridas. Ven, fortaleza de los débiles, amparo de los caídos. Ven, maestro de los humildes. Tú que atemorizas a los soberbios. Ven, oh piadoso padre de los huérfanos, de las viudas juez clemente. Ven, esperanza de los pobres, refrigerio de los enfermos. Ven, estrella de los que navegan, puerto de los náufragos. Ven, oh Tú, adorno singular de los vivos, de los que mueren única salud.
Ven, santísimo Espíritu, ven y ten piedad de mí, revísteme de Ti, y escúchame propicio a fin de que, según la multitud de tus misericordias, agrade mi pequenez a tu grandeza, mi debilidad a tu fortaleza, por Jesucristo mi Salvador, que con el Padre vive y reina en tu unidad, por los siglos de los siglos.

Amén.




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