Libro de otras Oraciones
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
Yo creo en Tí. Ven.

Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú eres Dios, Tú eres amor. Tú eres el don de Dios ofrecido a los hombres, signo de la infinita solicitud del Padre y del Hijo hacia nosotros.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú eres el Espíritu de la promesa. Gracias a Ti ya no somos huérfanos. Tú nos visitas para guiarnos hacia el Cielo. Tú haces presentes al Padre y al Hijo en nuestros corazones.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú manifiestas la dulzura del Corazón de Dios. Tú actúas en nosotros con infinito respeto a nuestra libertad. Tú eres fuerza y delicadeza, fe y amor, gracia y luz. Tú eres más íntimo a nosotros que nosotros mismos.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú eres la santidad de Dios. Tú desciendes sobre nosotros para santificarnos, para realizar nuestra vocación última: llegar a ser santos para gloria de Dios. Tú nos preparas para los eternos esponsales llenándonos de tus dones, de tus gracias y de tus cuidados. Tú quieres hacer de nosotros una ofrenda eterna a la gloria del Padre.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú inspiras nuestras oraciones. En lo más profundo de nosotros mismos, Tú cantas las grandezas del Altísimo. Tú nos introduces en el gozo de la Beatísima Trinidad, tú intercedes por nosotros con gemidos inefables.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú eres el defensor. Tú te sitúas como una barrera frente al enemigo. Tú quieres limpiarnos de nuestro pecado porque eres la fuente del fuego que purifica y del agua viva.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Tú eres el Espíritu que inspiró a los profetas, los apóstoles y los mártires. Tú sostienes con tu fuerza, inspiras con tu gracia a los que aceptan ser testigos del Resucitado. Tú eres el Espíritu de la misión, del anuncio de la salvación a todos los hombres.
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. Desde los orígenes, Tú aleteas sobre la superficie de las aguas. En nuestros días nos preparas para entrar en el tercer milenio. Tú quieres hacer de nosotros los testigos de Cristo que realicen un mundo nuevo, un mundo de paz y de amor. ¡Tú eres la eterna primavera de la Iglesia!
Señor Espíritu Santo, yo creo en Ti. ¡Ven! ¡Ven a tu Iglesia! ¡Ven a cada uno de nuestros corazones! ¡Eres nuestro maestro, nuestro inspirador, nuestra fuerza! ¡Eres nuestro gozo, nuestra paz, nuestra liberación! Ven a transformarnos, a santificarnos, a iluminarnos. ¡Ven para que el mundo crea en Jesús, Señor y Salvador! ¡Ven! Haz que entremos en los cielos nuevos y la tierra nueva donde Tú enjugarás las lágrimas de nuestros ojos. ¡Ven a instaurar en medio de nosotros el Reino del Dios tres veces santo! ¡Ven…!




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
Oración a todos los Angeles y Santos

Angeles, Arcángeles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades, Virtudes de los cielos, Querubines y Serafines, Santos y Santas todos de Dios, especialmente mis Patronos, interceded por mí para que pueda ofrecer dignamente a Dios omnipotente este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre y en beneficio mío y de toda su Santa Iglesia. Amén




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
Oración a la Santísima Virgen

Oh María, Virgen y Madre Santísima, he recibido a tu Hijo amadísimo, que concebiste en tus inmaculadas entrañas, criándolo y alimentándolo con tu pecho, y lo abrazaste amorosamente. Al mismo que te alegraba contemplar y te llenaba de gozo, te lo presento y te lo ofrezco con amor y humildad para que lo abraces, lo quieras con tu corazón y lo ofrezcas como supremo culto de latría a la Santísima Trinidad, por tu honor y por tu gloria, y por mis necesidades y las de todo el mundo. Te ruego, piadosísima Madre, que me alcances el perdón de todos mis pecados y gracia abundante para servirte desde ahora con mayor fidelidad; por último, la gracia de la perseverancia final, para que pueda alabarle contigo por los siglos de los siglos. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
A santa Isabel de Hungría, por la paciencia y la templanza

Oh dulce Isabel, tú que superaste el sufrimiento con el gozo de elevar himnos a Dios, infunde en nosotros tu espíritu de paciencia ante la adversidad. Concédenos el don de saber perdonar. Líbranos de las pasiones dañinas, de manera que podamos seguir sirviendo al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Que así sea.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
Himno Adóro te devote

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad.
En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.
No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame.
¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura.
Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero.
Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email