Libro de otras Oraciones
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
Para pedir docilidad y humildad

Espíritu Santo, Espíritu de verdad,
quiero hacerme dócil a tu enseñanza
y vivir fiel a los más pequeños toques
de tus inspiraciones divinas.
Eres Espíritu de vida, fuerza y luz,
sé mi vida, mi luz y mi fuerza.
Hablas en silencio al alma,
dame el espíritu de silencio y de recogimiento.
Desciendes a las almas humildes,
dame el espíritu de humildad,
enséñame a vivir de tu amor,
enséñame a repartir el amor a mi alrededor.



Libro de otras Oraciones:
Ofrecimiento Del Día Invocando Al Espíritu Santo

—Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo.
—Para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la redención del mundo.
Señor mío y Dios mío Jesucristo: Por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón, y me ofrezco contigo al Padre en tu santo sacrificio del altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, nuestro Obispo y sus intenciones y nuestro párroco y sus intenciones.



Libro de otras Oraciones:
Himno Te Deum

A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
A ti, eterno Padre, te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, la multitud admirable de los profetas, el blanco ejército de los mártires.
A ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra, te proclama:
Padre de inmensa majestad, Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo, Defensor.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Creemos que vendrás como juez.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Sé su pastor y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos y alabamos tu nombre para siempre, por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre.



Libro de otras Oraciones:
Oh llama de amor viva

¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!;
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.
¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado!,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga,
matando, muerte en vida la has trocado.
¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!
¡Cuan manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuan delicadamente me enamoras!



Libro de otras Oraciones:
Tú que me aclaras todo

Espíritu Santo,
Tú que me aclaras todo,
que me iluminas todos los caminos
para que yo alcance mi ideal.
Tú que me das el don divino de perdonar
y olvidar todo el mal que me hacen
y que en todos los instantes de mi vida estás conmigo,
no quisiera separarme de Ti por mayor que sea la ilusión material.
Deseo estar contigo y todos mis seres
queridos en la gloria perpetua.
Gracias por tu infinita misericordia. Amén.