Libro de otras Oraciones
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
ORACIÓN PARA QUIEN VIVE EN LA CIUDAD

Señor Jesús, ten piedad de nosotros, pobres habitantes del siglo XXI
sufridos ascetas sobre el volante en pleno atasco, los domingos por la tarde.

Señor Jesús, Buen Señor, Dulce Señor, enséñanos tu mansedumbre en el Metro,
estrujados y entre empujones cada día, a la hora punta,

Da tu paz a las madres a las ocho de la mañana
y a las ocho de la tarde cuando han de vestir y desvestir a sus hijos,
preparar desayuno, comida y cena, y no llegar tarde al trabajo
tras dejar a los niños en la escuela.

Tu paz, Señor, a tantos que no duermen por las noches,
porque gimen de dolor en los hospitales, o porque vigilan edificios o garajes;
a tantos que trabajan sin descanso y a tantos que languidecen de hastío, sin trabajo:
a todos ellos, Señor, el don de tu Espíritu Santo, que nos haga desearte.

De todos nosotros, ten piedad, Señor Jesús. Que ni el cansancio ni la soledad de la
ciudad nos agrien, sino que, por el contrario,
nos hagan más buenos, más amables,
por la invocación silenciosa, incesante, de tu Nombre.

Señor, Maestro humilde, habitante oculto en cada rincón y en cada ruido de nuestras
calles: que en todo y en todos encontremos
la ocasión de reconocerte para amarte, dándonos como Tú, sencillamente,
como el Pan que se parte.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
ORACIÓN PARA PEDIR BUEN HUMOR

Señor, concédeme una buena digestión y también algo que digerir.

Concédeme la salud del cuerpo y el sentido común necesario para conservarla lo mejor
posible.

Concédeme, Señor, un alma santa, que no pierda nunca de vista lo que es bueno y
puro, que no se asuste a la vista del pecado, sino que encuentre el modo de volver a poner
todo en orden.

Dios mío, concédeme el sentido del humor, la gracia de comprender las bromas para
que saboree un poco la felicidad de la vida y sepa transmitirla a los demás.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
ORACIÓN PARA MOMENTOS DE DEPRESIÓN

Que tu nombre sea bendito eternamente Señor Dios mío. Ha llegado a mí esta
depresión, que me humilla y me hace sufrir. No logro alejarla de mi mente. Necesito refugiarme
en Ti por medio de la oración, para que me ayudes y cambien en bienes mis males.

Señor: tengo aflicción y mi corazón sufre, porque esta depresión me acosa mucho. ¿Y
qué diré amado Padre Celestial? El combate arrecia. “Sácame triunfante de esta hora” (Jn.
12,27).

Mas para esto llegué a esta hora (Jn. 12). Para que tú seas glorificado cuando ya
haya sufrido profunda humillación y reciba luego liberación de parte de Ti. “Líbrame Señor en tu
misericordia” (Salmo 39) porque yo pobre y miserable “¿qué haré y a dónde iré sin Ti?”.

Ayúdame a aceptar con paciencia esta situación y a sacar provecho y madurez de ella.
Pero ojalá obtenga de Ti la fortaleza necesaria para resistir hasta que pase la tempestad y
nazca de nuevo la calma. Sé muy bien que tu Omnipotente mano puede quitarme esta
depresión o al menos disminuir su fuerza para que no logre vencerme ni dominarme. Muchas
veces me has hecho este gran favor Señor Dios misericordioso: sígueme ayudando.

Pues cuanto más difícil es para mí, tanto más fácil es para Ti cambiar en victorias mis
derrotas. Señor, no nos dejes caer en la tentación de la tristeza, y líbranos de todo mal. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
ORACIÓN DEL ENFERMO

¡Oh Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,
de mi tristeza y de mi alegría,
de mi soledad y compañía,
de mi incertidumbre y esperanza.
En la noche de mi enfermedad
me pongo en tus manos de Padre:
Alumbra esta oscuridad con un rayo de tu Luz,
abre una rendija a mi esperanza,
llena con tu Presencia mi soledad.
Señor, que el sufrimiento no me aplaste,
para que también ahora
sienta el alivio de tu Amor
y sea agradecido a la generosidad
de cuantos sufren conmigo.
Amén




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email



  

Libro de otras Oraciones:
ORACIÓN DEL AUTOMOVILISTA (conductor)

Dame, Señor, mano firme y mirada vigilante, para que mientras conduzco no cause
daño a nadie.

A ti, Señor, que das la vida y la conservas, te suplico humildemente que guardes hoy
mi vida.

Libra, Señor, a quienes me acompañan, de todo mal, enfermedad, incendio o
accidente.

Enséñame a hacer uso de mi coche para remedio de las necesidades ajenas.

Haz, Señor, que no me arrastre el vértigo de la velocidad, y que, admirando la belleza
de este mundo, logre seguir y terminar felizmente mi camino.

Te lo pido, Señor, por los méritos de tu Santísima Madre, y por intercesión de San
Cristóbal, especial protector de los conductores. Amén.




  Quiero recibir nuevas respuestas sobre éste tema por email