Libro de otras Oraciones
······· Pide Oraciones ·······

Libro de otras Oraciones:
Oración de Santo Tomás de Aquino – Gracias te doy

Gracias te doy, Señor santo, Padre todopoderoso, Dios eterno, porque a mí, pecador, indigno siervo tuyo, sin merito alguno de mi parte, sino por pura concesión de tu misericordia, te has dignado alimentarme con el precioso cuerpo y sangre de tu unigénito Hijo mi Señor Jesucristo. Te suplico, que esta sagrada comunión no me sea ocasión de castigo, sino intercesión saludable para el perdón; sea armadura de mi fe, escudo de mi buena voluntad, muerte de todos mis vicios, exterminio de todos mis carnales apetitos; aumento de caridad, paciencia y verdadera humildad, y de todas las virtudes: sea perfecto sosiego de mi cuerpo y de mi espíritu, firme defensa contra todos mis enemigos visibles e invisibles, perpetua unión contigo, único y verdadero Dios, y sello de mi muerte dichosa. Ruégote, que tengas por bien llevar a este pecador a aquel convite inefable, donde tú, con tu Hijo y el Espíritu Santo, eres para tus santos luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad perfecta. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.



Libro de otras Oraciones:
Oración a Jesucristo

Dulcísimo Señor Jesucristo, te ruego que tu Pasión sea virtud que me fortalezca, proteja y defienda; que tus llagas sean comida y bebida que me alimente, calme mi sed y me conforte; que la aspersión de tu sangre lave todos mis delitos; que tu muerte me dé la vida eterna y tu cruz sea mi gloria sempiterna. Que en esto encuentre el alimento, la alegría, la salud y la dulzura de mi corazón. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.



Libro de otras Oraciones:
A Jesús Crucificado

Mírame, ¡oh mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas juntamente en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza, caridad, dolor de mis pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo con gran amor y compasión voy considerando tus cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de ti, ¡oh Dios mío!, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos mis huesos.



Libro de otras Oraciones:
Cántico de Simeón (Nunc dimíttis)

Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre.



Libro de otras Oraciones:
Oración a san José

Custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María. Por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.